Sacado desde lo más hondo de mi corazón, donde duermen los recuerdos y los pensamientos.

lunes, 31 de enero de 2011

Churros, chocolate y mi chico misterioso.

Era las cuatro de la mañana y el "bip" del móvil me despertó, era un mensaje, y sí, era de mi pequeño chico misterioso, que aunque tiene nombre, yo siempre le llamó así, así que no tardé en llamar a mi mulata preferida.
-Amelie, son las cuatro de la mañana ¿qué coño haces llamándome? -estaba frita cuando la llamé, se le notaba a leguas.
Caroline, es él, me ha mandado un SMS!
-A ver pequeña, sorpréndeme...
-"Pequeña Amelie, quiero que me des la dirección de tu casa, mañana te quiero preparar una sorpresa, tu chico misterioso"
-¿Y se puede saber a qué coño esperas a dársela?
-No se... es un desconocido...
-Pequeña, después de todo lo que has pasado, ¿no has aprendido que para ganar hay que arriesgar?, a ver ¿a ti Albert te gusta no?
-Sí es guapísimo y...
-Y nada, ya me lo has dicho todo, mándale un SMS diciendole tu dirección, y ahora dejame dormir de una puñetera vez...
-¡Adios mulata! te quiero.
-Me quieres matar del sufrimiento...
Le colgué y enseguida le mandé el SMS "pequeño chico misterioso, vivo en la calle Sin Bandera numero 13, puedes venir a partir de las 9"
A la mañana siguiente me desperté a las 9 menos diez y a las 9 en punto sonó el timbre, era él y venía con una bolsa en la mano, así que no le hice esperar y le abrí la puerta, no sabía si darle un beso, un abrazo o simplemente decirle hola, así que dejé que el diera el paso y me dio un beso, pero no un beso cualquiera, un beso que hizo que se me pusieran los pelos de punta.
-Bueno pequeño chico misterioso, ¿qué llevas en esa bolsa de ahí?
-Churros , espero que te gusten me he levantado a las 7 y media para recorrerme la ciudad en busca de churros.
-Me encantan los churros, ¿cómo lo has sabido?
-Adivina-me dijo guiñándome su ojo celeste- la culpable es mulata.
Entonces le sonreí y puse un chocolate caliente, se sentó en la mesa y le llevé mi tazón de Superman con un mensaje subliminal que el no vio. Cuando estábamos sentados me dijo, "¿Qué tienes en la nariz?" y me manchó, entonces, cuando me lo iba a quitar, me lo quitó de un beso.
-¿Qué pasa si te beso?-me dijo al oído.
-Que te tiraría el chocolate encima.
-Entonces, si quieres ve tirándomelo.
Entonces, mi pequeño chico misterioso, se acerco desde mi oreja hasta mi boca dándome pequeños besitos y cuando llegó a mi comisura, me dio la mano me levantó y nos tumbamos en el sofá y nos miramos.
-¿Puedo besarte?
-¿Y si te digo que no?-le contesté picaronamente.
-Me iré a casa y te dejaré aquí, sin churros.
Entonces le pegué un pequeño mordisco en el labio y nos empezamos a besar mientras sonaba de fondo "Last Request".
-Quédate a almorzar también, y a merendar y a cenar, quédate para siempre Albert.
-Sabes que no puedo, no me tientes.

12 comentarios:

  1. me encanta =9
    es especial, es inigualable, es unico
    me encanta.....de verdad
    mill besitos y mill un abrezos
    P.D,: puedes entrar en mi blog? www.simplementeunsueno.blogspot.com
    grasias

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  2. Muy bonito, Amelie :)
    Si tienes un ratito pásate por mi blog :)
    http://mandysplaylist.blogspot.com/

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